El ejército deja caer a Bouteflika

Por Paco Audije

El Jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas argelinas, general Ahmed Gaid Salah, ha reclamado la aplicación del artículo 102 de la Constitución. Una demanda que voces muy diversas pedían desde hace años, debido a los problemas del presidente, Abdelaziz Bouteflika, quien ha sufrido un deterioro prolongado, múltiple y grave de su estado de salud. La persistencia de las manifestaciones contra un posible nuevo mandato del actual presidente ha hecho rectificar al general Ahmed Aït Salah, quien ha sido durante mucho tiempo el mayor valedor del presidente. Era inevitable.

El Jefe del Estado Mayor argelino, Ahmed Gaïd Salah, ha dejado de ser el valedor del presidente Abdelaziz Bouteflika.

Ese cambio de actitud se venía anunciando en el giro de las declaraciones del jefe militar, oficialmente también Viceministro de Defensa, cuando declaró que la unidad del pueblo y sus fuerzas armadas eran un hecho. “En el contexto actual, se hace preciso, incluso imperativo, adoptar una solución para salir de la crisis respondiendo a las reivindicaciones legítimas del pueblo argelino”, declaró hoy Ahmed Aït Salah.

Ante un movimiento popular fortalecido, que mostraba su fuerza en todas las regiones del país; aunque no tuviera líderes únicos ni demasiado visibles, el riesgo actual era que las manifestaciones pacíficas degeneraran en violencia. Cabía también la posibilidad de que provocaciones de cualquier tipo crearan una situación de inestabilidad imprevisible. Así que el mando militar ha terminado aceptando lo que sugerían juristas y expertos constitucionales del país: un intento de pacto -o al menos apaciguamiento temporal- con el movimiento contestario para impulsar una transición que utilice la Constitución vigente.

La celeridad de los cambios no habría tenido lugar sin ese amplio movimiento de protestas que recorre el país y que ha calado en sectores muy diversos de toda la sociedad civil argelina.

Ahora, el Consejo Constitucional deberá reunirse y constatar que el presidente Bouteflika tiene « una enfermedad grave y duradera » que le impide ejercer su función. Tayeb Belaiz, que preside esa institución, tiene que convocar un pleno para impulsar la aplicación del artículo 102. Después, las dos cámaras parlamentarias (distintas al Consejo Constitucional) deben votar la entrega de los poderes presidenciales, quizá a Abdelkader Bensalah,  Presidente del Consejo de la Nación (Senado), durante un período provisional de mes y medio

Abdelkader Bensalah (derecha) rezando junto a Abdelaziz Bouteflika.

El plan de revisión constitucional y el aplazamiento de las elecciones presidenciales que estuvieron previstas para el 28 de abril seguirá adelante. Los “decididores”, como dicen Argelia, esperan que ahora se allane el camino de esta estrategia de “transición constitucional” impulsada por el ejército. Habrá que ver si basta para desarticular la contestación callejera. Durante semanas, los manifestantes han reclamado no sólo el fin de la era Bouteflika, sino un verdadero cambio del sistema institucional y de poder. Y eso va más allá de la anunciada caída de Bouteflika.

Análisis: https://periodistas-es.com/argelia-una-cierta-descripcion-del-laberinto-121855

 

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